Himnos del infierno

En el hall de una casa. Dos personas se encaran una a la otra, discuten acaloradamente. Una figura, la más alta y robusta parece más agresiva mientras que la otra, menuda y estilizada, se lo toma con calma y serenidad, casí como si solo fuese un juego. La pequeña figura tras un rato de silencio habla:
Figura pequeña: Admitelo, ya no puedes empezar de cero. Nunca has podido empezar de cero.

Su voz es suave, pausada, como una nana,la voz de una chica, mas al decir estas palabra se podía distinguir cierto tono de sorna como si disfrutase pronunciandolas.

Figura robusta: Eso es lo que quieres, vieja bruja.

La voz de la sombra alta es la de un hombre agitado, enfado y que pierde la paciencia a menudo que pasa cada segundo.

La chica:Eso que dice esta vieja bruja es la verdad. Desde el día que me conociste no me has podido sacar de tu mente, olvidar mi pelo, mis ojos, mi voz. Es pasar tu vida junto a mi o afrontar un abismo.

Sus palabras salen de su boca claras, como un puñal directo a donde más duele. Ella parece disfrutar con sus plabras, llenas de un regocijeo que no se molesta siquiera en esconder.

El hombre:(con cara de asustado, su voz tiembla un poco pero intenta que siga pareciendo calra y serena. Sube el tono de voz) Puede que no pueda escapar de tu embrujo, pero jamás pasaría mi vida con semejante arpía.

La frase lanzada con la intención de herir al contrincante parecía haber tenido el efecto contrario, ya que en ese preciso instante una sonrisa malévola curvo los labios de la menuda mujer.

La chica: (Finjiendo sorpresa) ¿Hum? No decis lo mismo hace una semana, ca-ri-ño.

No solo su tono de voz es como una espada, esa palabra final es verdaderamente un arma muy afilida.

El hombre: (Intentando mantener la compostura) Porque no había comprendido lo que eres en realidad.

La chica: ¿Y qué soy?

El Hombre: Un MOUNSTRUO

En la sombra del hueco una sonrisa más malévola que la anterior brillaba como brilla la guillotina antes de cortar la cabeza al condenado.

La chica: (sumamente divertida, con un tono irónico, disfrutando con cada palabra) Premio gordo. No eres tan tonto como creia... Soy uno de esos mounstruos que consume la vida, los sueños, los miedo y ''los místicos'' de la gente para crecer, o, por puro placer.

El hombre: (muy asustado intentando esconder su miedo) No te inventes historias. Me da igual lo que digas, puedo y pienso comenzar mi vida de nuevo.

La chica: No lo creo, Minato...

Un grito rompio el silencio nocturno del tranquilo barrio residencial, rangando la noche. La sangre corrio por la moqueta. El viento se llevo sus palabras.

Nueve de la tarde, en el salón de casí todas las casas de la ciudad la tele emite el canal 1. Los hombre esperan ansiosos los deportes, las mujeres cocinan mientras esperan algún que otro cotilleo, los niños solo quieren que termine pronto el telediario.

Suena la musiquilla de la cabezera. Aparece un primer plano de los presentadores, Takahama Yusuke y Takahashi Oriko.

Takahashi Oriko: Buenas tardes, son las nueve de la noche del 6 de Junio. Hoy lamentablemente hemos de dar la noticio de un homicidio producido en el barrio residencial de Risa-Koizumi (Pequeño Río). Al parecer un hombre de unos 30 años fue encontrado hoy a tres del mediodía en su domicilio.

Takahama Yusuke: La causa de la muerte es desconocida, aunque los forenses apuntan a que se debio por desangramiento o por una herida mortal, ya que el cuerpo del hombre estaba plagado de pequeños y grandes cortes por todo el cuerpo. Lo que si han verificado los forenses es que el joven murio ayer a la medianoche aproximadamente. No se sabe quien es el responsable ni el móbil del crimen.... (alguien apaga la tele)

Misteriosa persona: Ja...ja...ja,ja....ja,ja,ja.... ja,ja,ja,ja,ja,JA,JA,JA,JA,MUAJAJAJAJAJA (risa diabolica in cresendo)*

La persona está en un pequeño apartamento. En la habitación en la que se encuentra solo se encuentra encendida una lámpara de pie que a duras penas aporta algo de luz. Así todo se puede distinguir una figura pequeña y esbelta de mujer. La mujer se rie sin parar tras haber escuchado la noticia. De repente se para. Echa a andar hacia un puerta abierta que da a una cocina, entra en la estancia. Enciende la luz y por primera vez se pueden distinguir con claridad sus rasgos.

Tiene el pelo negro recogido en un moño elegante, bien recogido con unos poco mechones que se encapan de la pinza dandole un aire más informal. Lleva una pequeñas gafas de lectura, aunque seguramente no las necesite, todavía es joven para tener la vista cansada. Sus ojos detrás de las gafas son grandes y hermosos, de largas pestañas y una forma almendrada que les da un aire intrigante a la vez que dulce. El iris es de distintos colores en cada ojo, el dercho es gris, el izquierdo negro, una convinación casí irreal que parece salida de alguna leyenda. La nariz, recta y un poco respingona, le otorga la sensación de ser una persona gracil pero mandona. La boca es perfecta, le pega genial con los otros rasgos. Definitivamente es muy bella.

La hermosa mujer: (Hablandole al aire, con sorna) Has visto, encontraron el cadáver. ¿Qué voy a hacer? (se rie de una forma más dulce que la anterior) (Recuperando la seriedad) Pero en el fondo ese Minato se lo merecía, pretender dejarme. Que idiotez. Nadie puede dejarme, nadie puede olvidarme, nadie puede empezar de cero después de haberme conocido, de haberse enamorado de mi.

Su voz va a juego con su aspecto, dulce, elegante, decida y con el sonido de cientos de campanillas angelicales.

La hermosa mujer: (Hablandole otra vez a la nada) Pero en el fondo le comprendo, no es fácil soportar que se coman tu vida, y mucho menos ''tus místicos''. Sin embargo después de que supiese lo que sabía no le podía dejar con vida, espero que esto no me perjudique... Aunque, pensandolo bien, tendría que matarlo tarde o temprano. Pero lo malo es que ahora tendre que buscarme un nuevo ''alpiste''. Si no como regularmente me debilitaré y terminaré por volverme un vulgar mounstruo...

Coge una silla de la mesa de la cocina y se sienta. Parece como si esperase algo, o a alguién. De repente comienza a cantar.

''...Piedad señor, porque hemos pecado contra ti, porque somos seres que se dejan llevar por el demonio, piedad... Cuan dulce la canción que cantan tus siervos, cuan dulce es, que salvo mi alma. ¿Por qué los enviaste a cantarme, señor? ¿Por qué tubiste piedad de mi y me salvaste? ¿Por qué no me dejaste morir?...''

No ocurre nada, ella se queda mirando al infinito como esperando que ese señor al que canta la libre de su dolor y su desdicha, pero nadie aparecio aquella noche.

''............. La furia se apodera del hombre que ataca a la sombra que se situa delante suyo. La sombra lo esquiva y le agarra por el brazo derecho. Lo suelta. El hombre grita de dolor, tiene un corte cerca del codo justo por donde la sombra lo ha agarrado antes. Cae la primera pluma.''

Una tranquila tarde de verano, le acaban de transferir. El solo se colaba por las vidrieras tiñendo el suelo y las paredes de bellas formas y colores. Era su primer día como párroco de la iglesia. No había venido mucha gente, algo comprensible, la religión católica no está muy asentada en Japón. Las iglesias cristianas son principalmente enclabes para celebrar bodas al estilo de libros o películas. La verdad es que se nota que ese es el verdadero objetivo del edificio.

????: Disculpe. ¿Puedo entar?

El sacerdote se giro al oir una suave voz infantil que procedia del umbral de la puerta.

Sacerte: Claro que puedes.

La niña entro y se dirijio a la segunda fila de los bancos de la nave lateral derecha. justo debajo de un preciosa vidriera que representa una imagen del edén. El sacerdote se queda mirandalo extrañado. Apenas tendrá 5 años. ''Lo más seguro es que venga pedir algo, como suele hacer toda la gente'', piensa. Pero la niña se pone de rodillas y comienza a rezar en voz baja. El la comtempla sumida en un baño de luces de colores que le confieren un aire angelical, y a pesar de que la niña reza en voz baja, la iglesia esta vacia y el puede oir su voz, sueve como el sonido del canto que anunció el nacimiento del señor, rezar un padrenuestro, una Ave Maria, un Credo corto, otro largo, oración de San Francisco de Asís.... Y al final saca un rosario y comienza a rezar.

A las doce en punto la campana de la Iglesia suena, llamando a la misa matinal que tendrá lugar a las doce y media, le despertó del sueño en el que había entrado comtemplando a la niña rezar. La niña se levantó se santiguo y se fue...

Esta rutina fue seguida durante todo el mes de Julio y, en Agosto, la niña se volvió a dirigir a él.

La niña pequeña: ¿Cómo se llama, reberendo?

El sacerdote: Me llamo Cross J. Marian. ¿Y tú pequeña?

La niña sonrió fugazmente con un aire triste en sus ojos almendrados... Azules... era la primera vez que se fijaba. Que color tan extraño para una niña japonesa. Al menos era normal que el tubiese unos ojos verdes, después de todo sus padres eran ingleses. Pero, esos ojos en un niña aparentemente japonesa...

La niña: Me llamo, Yume, señor Joshep Marian.

''Yume...''

Yume: (mirando fijamente las esculturas de ángeles) ¿Sabe, usted, señor Cross, lo que son los ángeles?

Su mirada inocente parecia no mirar a la estatu solamente sino también al infinito, a algo más allá de la estatua.

Cross: Son enviados de Dios, que velan por nosotros y nos anuncian las voluntades y los deseos de Dios.

Yume: Meec. Respuesta erronea. Los angeles son demonios. Demonios que se han alimentado de sueños, de sueños alegres y brillantes. Por eso brillan con luz propia...

Giro bruscamente la cabeza y lo miró.

Yume: (triste) No me cree.. lo noto en sus ojos. Para usted los ángeles no pueden ser algo maligno porque entonces su dios también seria algo maligno. Pero es la verdad. Aparte de alimentarse de esperanzas ellos dejan algo atrás. Se vuelven fríos y calculadores, moviendose solo por el interes a hacia ese ente que controla a la mitad del mundo, para comer más, para creecer para se más fuertes. Los ángeles son el ser más rastrero que hay, los peores demonios.

Yume se dio la vuelta y se fue...



Extraña figura: Yume, ya hes tarde donde has estado.

Yume: En la iglesia, rezando.

Extraña figura: Ajá. ¿Y por qué rezas? ¿Por qué crees en Dios?

Yume: Rezo para que no exista... Seria muy triste que algo así existiese, Oka-sama.

Yume abandona la estancia.

Oka-sama: Pero tu sabes que existe.

Una sombra: Kuroi, ella sabe que existe pero desea que no sea así. Tu también sentiste eso.

Kuroi: Puede que sea lo que más daño hace luego, Tsuki.


'' Y en un mar de luces y sombras, me dormí.
Acunada por el llanto del infierno.
Aún sabido lo que estaba por venir.
Las tardes de nieve y sangre.
Los días de llorar y huir.
El fruto de un pecado castigado,
con morir.''

Cae la segunda pluma....