Aizen History

En la sociedad de almas hay varias katanas legendarias, que se rencarnan e gente de especial porder. Estos shinigamis son muy buscados y aprecidados, sobre todo por el rey del cielo.

Nos remontamos a cuando Aizen estudiaba en la academia:
Un día mientras caminaba hacia las prácticas con el capitán de la primera división se encontro con una ''niñita'' sentada en la barandilla del corredor (daba al exterior). La ''niñita'' se giro cuando el se acerco un poco más. Era bastante hermosa, de pelo negro y ojos color violeta. Llevaba el pelo en un bonito moño y un kimono de mangas largas. Siguió su camino, y justo cuando iba a girar al final del corredor, la ''niñita'' le dijo:
-Me llamo kyoko, ¿tú?
- Aizen Soske (no sé si está bien escrito)
.¿Vas a las prácticas?
- Sí- respondió muy bordemente a las preguntas, iba justo de tiempo y no le apetecia llegar tarde-.
-Deja que te acompañe, vas a llegar tarde.
Caminaron en silencio y Aizen se dio cuenta de lo hermosa que era. Al llegar a las prácticas ella desapareció por otro camino que llevaba a los jardines de la academia. Entro en las prácticas, justo a tiempo...

Continuará... (para que se haga menos pesada la lectura

...
Siguió en la escuela, trabajando, estudiando y practicando, pero no se pudo quitar a la ''niñita'' de la cabeza. Pensaba en que misteriosa parecia, en lo menudita que era, en lo niña que aparentaba. Un día, unos cuantos años después, casi a punyo de graduarse, cayó en la cuenta de que la niña se había metido en los jardines de la academia, lugar de paso prohíbido exceoto para capitanes y personas de trato preferente.
Él sabia que no era uno de los capitanes, lo tenia claro. Enotones, ¿quién o qué era esa niña? Le picaba mucho la curiosidad y justo entonces, la volvió a ver.
Habían pasado muchos años y ya no parecía tan niña. Llevaba un kimono de mangas largas estanpado de grullas. Muy hermoso el tejido, muy hermosa ella. Pero esta vez su moño era más formal y su mirada más triste. Fue entonces cuando reparó que iba en compañia del capitán de la primera división, Yamamoto. Aizen era uno de los mejores alumnos de su promoción y el profesor lo mandó bajar a hablar con los capitanes allí presentes. Empezaron s discutir sobre varios temas que no le concernian. Se arrimó a la ventana que daba a un pequeño patio de estilo chino. En el la niña miraba volar las urracas con unos ojos muy tristes. Aizen salió fuera y se sento a su lado en el único banco del aptio a la sombra.
- ¿Por qué estás tabn triste?
Sorprendida la niña, se giro y por su otra mejilla corria una lágrima.
- Las urracas- comenzó a decir con una voz muy armoniosa, pero quebrada por el llanto-, son símbolo de felicidad. Tienen un canto precioso y pueden volar libres, y beber de las fuentes más hermosas. Yo no puedo ni trinar ni volar, ni siquiera puedo beber con libertadad como ellas.
Aizen se compadeció de ella y algo empezó a sonar en su corazón. Y en aquel momento, tan cerca de ella y de su desdicho noto como si 13 urracas el picotearan el estómago, más adelante aprendió que a aquello se le llamaban mariposas y no urracas.

Continuará.

...
Aizen y la chica siguieron allí hasta que a Aizen le llamaron para despedirse con respeto de los cpaitanes. Entonces recordó que aquella niña se llamaba Kyoko, que ella misma se lo habí dicho 5 años atrás.
- Adios, Kyoko
Ella le miró contenta porque se acordase de ella trite porque le había dicho adios.
- Adios Aizen Sousuke.

Aizen se graduó con honores y entro en la división número 5. Era el último mono pero se sentia contento y feliz de ser un shinigami. Comenzo a usar gafas para que le tuviesen más respeto (dios sabe porque). Y en una ocasión fue a llevarle al capitán Yamamoti unos documentos.
Cuando llegó a su despacho oyó fuertes voces:
-¡¡¡¡¡¡¡NO QUIERO SER SHINIGAMI Y NO LO SERÉ!!!!!!
- Prestame atención. Sí tu honorable padre se dice que le hagas un té, tú se lo hace. Si tu honorable padre te dice que vayas al templo, tú irás. Si tu honorable padre te dice que te cases con un hombre, te casarás y serás la mejor esposa. Sí tu honorable padre te dice que estudiarás una cosa, lo harás y sin decir ni mú.
- ¡¡¡NO ESTOY DE ACUERDO!!! ¡¡NUNCA TIENES EN CUENTA MIS DESEOS, MIS ILUSIONES, MIS ESPERANZAS Y MIS SUEÑO!!
- PORQUE ES LO QUE SE HA HECHO SIEMPRE, OBEDECER A LOS PADRES Y PUNTO.
- ¡¡PUES YO NO!! YO NO LO HARÉ.
- Soy viejo y estoy cansado y solo quiero que mi hija estudie para shinigami y pueda sustituirme cuando llegue mi hora o me retire...
- PERO YO NO QUIERO SER SHINIGAMI
- Si hubieses sido un hijo no tendriamos estos problemas....
- Siempre sacas eso... No me quieres porque soy una niña debilucha y sin derechos a heredar tu puesto sin meritos propios...
- No es eso. Pero...
- ¡¡PERO QUÉ!!
- Puedes retirarte, Kyoko.
Aizen se quedó de piedra, la discusión había sido brutal. Pero lo más impactante era que aquella voz que gritaba era la de la tranquila chica que miraba a la urracas, Kyoko. Y cuando salió toda llorando y más pequeña que el día que la conoció a Aizen le dieron ganas de abrazarla y gritarle a aquel horrible padre que la hacía llorar. Pero era la hija del capitán más poderoso, y su padre era su jefe.
- Aizen, pasa.
Mierda el sabía que estaba allí. Sabía que lo había escuchado todo. Entro en el despacho.
- Lo siento, no pretendia escuch...
- En cierto modo me alegro de que haya sido un simple graduado quien a escuchado todo esto.
- ...
- Bueno dame esos docuemntos.
- Aquí tiene.
- Gracias.
- Una pregunta, ¿por qué la tiene que obligar a estudiar para shinigami?
Yamamoto levantó la mirada de los documento que leía. Su mirada no estaba en absoluto enfadada.
- Ella es demasiado joven para entenderlo, pero tal vez tú...
- Ecucharé todo lo que tenga que decirme.
- Toma asiento.
Yamamoto se aclaró la garganta.
- La primero división, como ya te habrás dado cuanta, es la más elitista y la más poderosa. Apenas se conocen a nuestro miembros y solo somos conocidos en la Sociedad de Almas el teniente y yo.
>> Para preserbar el desconocimiento de los miembros que la conforman se establecieron unas normas hace miles de años. Por ellas el sucesor del capitan actual debía compartir lazos de sangre. Yo sustituí a mi padre. Y mi hija deberá sustituirme a mi. El caso es que al ser una niña no se le permité la ascensión directa como en su día se me concedió a mi,lo cual es un inconveniente, porque tendría que conseguirlo por meritos propios y muchos capitanes protestarían.
>> Además el conocimiento por parte de otros capitanes de sus habilidades haría que los golpes de estado fuesen más fáciles de hacer. Por ello lo mejor es que estudie y se gradue con los más altos honores. Los que te nombran capitan nada más salir. Pero ella se niega. ¿Podrías ayudarme a convencerla?
- De acuerdo.
-Kyoko es tocuda pero estoy segura que si no soy yo el que se lo dice lo hará. Tampoco a de saber que he sido yo el que te lo ha dicho. Ni que tú has entablado conversación conmigo sobre esto. Retiraté.

Continuará.

Aizen se retiró y volvió a su división a presentar parte. Luego se fue a preguntarle al teniente de la primera división (que es más simpático que el capitán) donde podía encontrar a Kyoko.

-Teniente, ¡teniente!
-Ah... ¿Tú eres? ¡Ah, ya sé el perrito faldero de shinji!
- Más o menos. Pero me podría decir donde puedo encontrar a Kyoko.
- ¡¿A quién?!
- A Yamamoto Kyoko, la hija del capitan.
- Pues generalmente suele estar en el palacio número 03.
- Gracias.
Aizen siguió en su busca, puesto que no tenia ni idea de donde quedaba ese palacio, pero unas horas después, al atardecer lo encontro.
Estaba en una de las zonas más solitarias de todo la Sociedad de Almas. Un edificio de color blanco, como el resto, situado al oeste. Aizen entró. El vestibulo era una enorme sala de paredes blancas con estandartes morados oscuros con una flor estampada.
-¿Quién anda ahí?- una voz rota pero dulce, que procedía de alguna de las galerias le sobresalto.
-Soy Aizen Sousuke de la quinta división.
-¿Aizen?-ahora la voz rota se volvió más dulce y húmeda como si la persona que la emitia estuviese apunto de llorar.
-Hai (sí en japones)
- Sousuke-kun...
Una cabeza asomo por la galeria y a la luz procedente del amanecer pudo distinguir a Kyoko. Cada vez que la veía le parecía más y más hermosa. Tenía los ojos hinchados y lágrimas secas, pero el la veía hemosa. Se estremeció al pensar que quizás esa chica comenzase a gustarle. No podía, era la hija de Yamamoto-taicho-sama y su labor era tan solo convencerla de que estudiase.
-¿Por qué? ¿Por qué estabas llorando antes?
La cara de sorpresa que manifesto Kyoko le hicieron estremecerse aún más. Sabía con certeza que aquella chica le estaba comenzando a gustar y eso le impedia pensar con claridad.
-Mi padre, supongo que ya sabrás quien es, me quiere obligar a convertirme en shinigami. Pero no lo haré.
-¿Qué tiene de malo ser shinigami?- Kyoko le lanzó una mirada entre la sorpresa y el ''me has traicionado''- quiero decir, yo lo soy. ¿Tengo slgo de malo?
- No, pero tengo que hacerlo porque el no confia en los demás y porque no soy un niño.
-Pero, no crees que si tu padre te lo dice será por algo.
Kyoko había bajado las escaleras que llevaban del vestibulo a la galeria y ahora se encotraba a dos metros de Aizen. Su rostro no reflejaba nada.
-¿Cómo podrías entenderlo? Ni mi padre lo entiende...
-Intenta hacerme entender.
Kyoko se había acercado mucho y lo miraba con interés.
-Sería el primero en querer comprender.
-Onegai, explicamelo, Hime-sama
-De acuerdo- se alejó un poco- pero no me llames Hime, no merezco tal título. Hace miles de años tal vez un millón, la Sociedad estaba sumida en un caos total y absoluto. Entonces del cielo aparecieron 5 hermosas princesas. Cada una de ellas llevaba en su espalda una alas de su elemento, agua, aire, tierra, fuego y éter.
>>Desenfundaron sus katanas y pusieron fin al caos y reconstrulleron la Sociedad. De sus senos nacieron los primeros shinigamis que enseñaron y engendraron a más. Ellos tenian el poder de luchar contra los hollows.
>> Estás princesas como pequeñas flores muy delicadas pero de una importancia enorme para el árbol y un potente aroma. Fueron nombradas por ''Ichirin no Hana'' (más o menos las flores solitarias). En torno a ella surgieron númerosas creyentes. Hoy en día esta leyenda a sido ocultada a la mayoría de la gente por su importancía, que paradoja.
>>Incluso hoy en día sigue habiendo creyentes, y esas son las hermosas muchachas que se hospedan en el palacio 03. Estas creyentes esperan la vuelta de las princesas a la vida. Yo soy una de las pierdras ángulares de está ''secta''. Cuando uno de la secta se convierte en shinigami se le prohibe volver y hablar de ello con nadie. Sí se le escapa esto, matarán a la persona que más ama... No quiero se shinigami, no quiero poner en riesgo a las personas que amo. No quiero dejar ''Ichirin no Hana''.
Dijo esta últimas palabras con lágrimas en los ojos....

...
La historia era impresionante y díficil de creer. Sin embargo Aizen no le presto mucha atención a la historia, ya que su corazón se desgarraba al oir la pena, el odio y la voz quebrada de kyoko.
- Y, ¿cuándo se acaba tu derecho a ser de 'Ichirin no Hana'?
Kyoko le miró con curiosidad, ¿acaso quería ayudarla?
- En el momento en el que ingrese en la academia.
- Y, ¿qué pasaría si te sacases el título con máximos honores sin estudiar en la academia?
Lo miró con más curiosidad. Sabía que su padre le había enviado, pero no creía que lo que Aizen tramaba fuese inducidi por su padre.
- Pues solo tendría que hacer el examen, ¿no?
- Exacto. ¿Te echarían de 'Ichirin no Hana' si te graduases presentandote solo al examen?
- No lo sé, aunque...nada.
- No. Dimelo -Kyoko lo miró con desconfianza-. Solo quiero ayudar.
- Hay algunas chica aquí que tienen el título de shinigami aunque no paricipen activamente de ninguna división. Lo consiguieron presentandose solo al examen final.
- Entonces quizás allá una posibilidad.
- ¿Y quien me va a enseñar?, ¡¿mi padre?!
Aizen la miró con decisión a los ojos, aquellos preciosos ojos color lila.
-Yo te ayudaré y sí es necesario tal vez tengamos que recurrir a algún teniente o capitán.
- Sí tú me instruyes, vale.

Aquella tarde salieron con un acuerdo: Aizen le ayudaría a sacarse el graduado sin decirle nada a su padre y ella le enseñaria cosas sobre la Sociedad y le contaría leyendas.

***


5 años después.
-Sousuke-chan, Sousuke-chan.
-Prefiero que me pongas un -sensei en vez de un -chan.
Era el mes de Agosto, el mes más coluroso del año. Aizen estaba tumbado en el porche de la caseta destinada a los miembro más destacados de la quinta división. Corríauna brisa húmeda, que hacía el abiente más bochornoso si cabe. Desde el jardín del patio interior le llamaba una chica del cabello negro y un kimono de color azul claro ideal para pasar fresco el verano.
-Bueno, pues, Aizen-sensei.
- No mejor Sosusuke, Aizen queda demasiado formal.
- (suspiro) Sousuke-sensei.
- Sí, ¿dime?
La chica se iba acercando.
- ¿No deberíamos repasar para el examen final?
- ¡Con el calor que hace!
La chica ya estaba sentada a su lado, en la sombra del porche.
- ¡Claro que hace calor! ¡Normal si llevas esas ropas negras!
- Ni que fuese que las llevase por placer, es mi uniforme.
- Vamos quiero prácticar.
- Ya te he enseñado todo lo que sé. Seguro que sacas la nota más alta en la historia de la Sociedad.
- Joo, pero yo quiero ensallar con Sousuke-chin.
- No tengo tiempo, ni ganas.
- Pues entonces dame algo a cambio.
Aizen se incorporó y le dio un beso (en la boca se entiende) a la chica.
- ¿Contenta, Kyoko?
- Más que unas pascuas.
...
Continuará.

....
-Me alegro de que ya estes contenta, a ver sí así te cayas.
-....
-Por cierto ¿ya has hablado con la jefa de Ichirin no Hana?
-No, todavía no.
- ¿A qué esperas a ser capitana de la primera división?
- No lo sé, me da miedo la respuesta.
- No pasa nada, todo estará bien.
Aizen se volvió a tumbar. Kyoko le miraba sumida en sus pensamientos. A pesar del bochornoso calor a ella no se le pegaba el pelo a la cara por el sudor como le pasaba a otras chicas de la Socedad, a él tampoco, pues no solía sudar nunca. Pero ese detalle le fascinaba, a pesar de la temperátura su rostro seguía suave como la seda, blanco como la nieve. ¿Sería acaso ella una especie distinta a él? Pensandolo bien paecía casi perfecta. Casi, aun tenía un defecto, el miedo, y sí se piensa bien había otro, su padre.
-¿En qué piensas?
- En algo...
-Bueno, me voy ya.
-¿Por?
-Por algo.
-¿Por qué cosa?
Unos pasos, tap, tap, tap...
-¡Aizen! ¡Holgazán ven rápido!
De repente el capitán de su división, Shinji asomo su cara (que es todo dientes por cierto XD) por la puerta que daba al patio.
-¡Ah! Hola capitán.
Aizen se había incorporado y estaba sentado intentando tapar a Kyoko.
- ¿Hola capitán? ¡Mueve el culo holgazán! Tengo una reunión y no quiero llegar tarde y tu eres mi teniente así que andando....
- Ahora voy, adalantese usted.
''Mierda estoy en un apuro, sí descubre a Kyoko no sé que pasará. Shinji es uno de los pocos que sabe quien es...''
-No muevete ahora.
Aizen se movió y dejo al descubierto a la menuda Kyoko con su yukata azul y su largo pelo negro suelto.
-... . . . . . . . . ¡¡¡¡¡Aizen!!!!! ¡¡¿¿POR QUÉ ESTÁ KYOKO AQUÍ CONTIGO??!!
-Hola Shinji-taicho....
-Kyoko, que mona que estás hoy.
''En un principio Shinji debería haberse enfadado, pero depués de todo siente una especial debilidad por Kyoko...''
-¡Huy! Miré que hora es, van a llegar tarde, vayanse rápido.
Aizen y Shinji y allí se quedó Kyoko sola en medio del patio. Su padre no le permitía estar mucho tiempo con Aizen ya que desde que no había logrado convencerla para entrar en la academía le caía muy mal. A veces ella se moría de ganas de decirle lo que Aizen había hecho por ella y decirle también la relación que había entre ellos, pero una vez más el miedo le podía. Pero estaba decidida a superar poco a poco ese miedo y para ello iría a vistar a Hotaru-dono, la más importante de las creyentes de ''Ichirin'', la que llevaba la voz cantante.

Kyoko entró en la sala principal del palacio 03, después de pasar por el amplio vetibulo con estandartes violetas con un nénufar estampado. Entró en la sala.
- Kyoko-chan. ¿Eres tú?
-Sí, Hotaru-dono.
Hotaru era ciega de nacimiento. Sus padres eran unos renombrados cientificos del Seretei y se avergonzaban de la condición de su hija. Esta había crecido encerrada en su casa con su aya, hasta que un día decidió que era hora de ''ver'' el mundo por si misma y no por los ojos de su aya. Hotaru se fugó un dñia por la mañana decidida a volver antes de las seis. Sus padres no notarían su huída ya que no se preocupaban por ella, y al aya le daría igual si se extraviase.
Desorientada como estaba en un mundo ruidoso, bullicioso y en continúo movimiento terminó dando con el palacio 03. Allí conoció a las creyentes que le contaron su historia y decidió unirse sin pedirle permiso siquiera a sus padres.
-¿Qué me quieres decir?
-En realidad quería preguntarte algo sobre mi futuro. ¿Tendría que dejar Ichirin si me convirtiese en capitan haciendo solo el examen final?
-No. Para nada, eso daría a Ichirin más prestigió, poder y fuerza, sería estupendo, además intuyo por donde van las cosas, es para la primera, por influencia de tu padre, ¿verdad?
-Hai. Y otra cosa, ¿las Ichirin nos podemos casar?
- Pues claro no somos una orden de monjas solo mantenemos viva la memoria de la Sociedad, cosa que no favorece a los capitanes y a los shinigamis...
-Eso es todo. Con su permiso.
Que bien era libre. Mañana era el examén final. Se presentaría y conseguiría la mejor nota de la historia. Aizen se quedó impresionado con su talento ya que en el primer mes sabía todo lo que se exigía para shinigami, y se había pasado los otros cinco años estudiando cosas que ni la mayoría de los capitanes sabía. Era seguro. Por su padre, por ella, por Ichirin y por Aizen que había puesto tanto esfuerzo. Se combertiría en capitana o en aspirante directa nada más hacer el examen.
-Lo juró.
...
Continuará